Que no gane más el miedo, que gane la esperanza
El poder siempre juega con el miedo de las personas. Ideas como: "si no me reeligen, la violencia en Colombia crecerá, habrá más secuestros, etc" son las que llevan a un pueblo desinformado a "elegir". Ese es el juego de una supuesta democracia que excluye a los más, que los hace de lado, que no escucha sus propuestas, que no los hace participes de las decisiones del Estado, que se ríe de ellos.
A dos días de las "elecciones" no debemos llorar sobre la leche derramada, debemos aprender de nuestros errores, pues los movimientos sociales también los cometen. Uno de ellos es el no apostar, seriamente, por la organización a largo plazo, una que tenga bases sólidas, que no nazca previo a las elecciones ni muera luego de ella, sino que sea la expresión latente de todo un pueblo, todo un país.
Hoy hay muchas tareas por hacer. Y es verdad, estas tareas tendrán que hacerse en las peores circunstancias, en medio de un conflicto, con desigualdad social, con la desinformación de los medios, etc, pero es imperioso que esta tarea se realice. Esta es la de ORGANIZAR, la de INFORMAR, la de SENSIBILIZAR, la de OPINAR, la de DESENMASCARAR. Y no será nada fácil.
Ningún cambio es fácil, los procesos cuestan generaciones y vidas, pero alguien tiene que realizar esta tarea, alguien debe de erguirse como líder. Y un país no necesita caudillos sino líderes en todas las áreas. Esperemos que la izquierda latinoamericana deje de ser lo que actualmente es, o en lo que se ha convertido, una atomizada, minúscula, que siempre está peleando con las demás organizaciones de izquierda, que busca tan sólo una pequeña cuota de poder, que se niega y rehúsa a ceder el espacio a quienes hoy tienen mejores propuestas, mejores métodos, mejor liderazgo.
Hay mucho camino que recorrer, la senda está trazada.
Dimitri N. Senmache ArtolaPresidente de la CEDDH - Perú